Había
abandonado un poco esta suerte de diario porque estuve recibiendo muchos
comentarios negativos y preferí continuar el camino sin opiniones malintencionadas
para enfocarme y lograr lo que siempre he querido: convertirme en una verdadera
wiccana.
Lo sorprendente de todo el asunto es
que los ataques los recibía de parte de personas que hacen llamarse wiccanos
también, pero que según mi opinión y el conocimiento que tengo hasta ahora, no
han entendido el significado del “vive y deja vivir”.
En fin, ya dejando eso a un lado, les
cuento que vengo con muchas ganas de seguir relatando lo que son mis vivencias
en este nuevo camino que hace dos años llevo transitando pero que es
últimamente cuando más fuerte lo he vivido gracias a que ya tengo un maestro
que no sólo me ayuda, sino que me hace enamorarme cada vez más de este hermoso
sendero.
El año pasado les comenté que todo
empezó gracias a que mi mejor amigo tuvo una novia wiccana y al hablarme de la
religión yo empecé a averiguar y descubrí que era mi camino. Pues, esa persona
me estuvo intentando guiar, pero yo sentí muchísima desconfianza.
A pesar de que yo leía mucho acerca del
tema, buscar en internet o leer libros no te da un orden exacto para aprender,
así que estaba bastante confundida y la chica en cuestión no me aclaraba mucho,
sólo me llenaba de más información desordenada.
Si algo debo agradecerle es la buena
música que me recomendó y el haberme dado esa chispa que estaba esperando para
poder empezar a vivir la vida plenamente, en equilibrio con el Universo.
Seguiré contándoles cómo sucedió todo
con esta wiccana que se me cruzó en el camino por unos instantes y que luego
decidí dejar a un lado e iniciar mi propia educación. Bendiciones de luz para
todos ustedes.
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